Qué paso con ellas…
Bandera tomada por los ingleses en la Batalla de la Vuelta de Obligado el 20 de Noviembre de 1845, en cercanias de la localidad de San Pedro, Provincia de Buenos Aires en un recodo del Río Paraná a las fuerzas federales comandadas por el General Lucio Mansilla.

“De lanilla azul y blanca. Lleva tres franjas en sentido horizontal. En la franja superior dos gorros frigios, de color rojo, uno a la derecha y otro a la izquierda. En la franja central sobre fondo blanco, un círculo color rojo que lleva en el centro una cara circundada por ocho haces de rayos. La franja inferior es exactamente igual a la superior”.
Fue recogida por tropas inglesas de entre las decenas de cadáveres ensangrentados de las manos de un soldado desconocido que murió peleando al pie de la batería «Manuelita» en el extremo norte del dispositivo defensivo de la Vuelta de Obligado, al mando del Teniente Coronel Juan Bautista Thorne. Fue devuelta muchos años más tarde en forma privada por uno de los oficiales de la marina británica que intervino en aquel combate. El almirante Sullivan intervino en la Batalla de Obligado en calidad de capitán y refería que en aquel terrible encuentro todos sus compañeros de armas quedaron admirados de la bravura demostrada por el jefe de una batería argentina, emplazada en la costa y batida cruelmente por el fuego cruzado de los formidables cañones de todos los barcos de la flota.
El capitán Sullivan la llevó consigo y posteriormente, en 1883, siendo ya almirante, escribió: «Quiero restituir al coronel Rodríguez si vive, o sino al Regimiento de Patricios de Buenos Aires si aún existe, la bandera bajo la cual y en la noble defensa de la patria cayeron tantos de los que en aquella época lo componían. Si el coronel Rodríguez ha muerto y si el Regimiento no existe ya, yo pediría a cualquiera de los miembros sobrevivientes de su familia que la acepten en recuerdo suyo y de la muy brava conducta de él, de sus oficiales y de sus soldados en Obligado”... NDA: Sullivan confundió a Juan Bautista Thorne con Rodríguez.

Bandera, tomada por los franceses en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Esta bandera es de lanilla, de 2m 90 por 4m 50, tiene en el centro de la banda blanca un sol rojo, pero carece de gorros; asimismo no tiene leyendas Federales.
Fue tomada de entre los cadáveres de los Patricios y milicianos del Coronel Martín Rodríguez que cargaron a la bayoneta contra el desembarco en la costa de la infantería francesa.

Originalmente fueron cinco las banderas, se encontraban en la capilla St. Louis, detrás de la tumba de Napoleón, en el Hotel de los Inválidos de París (en la actualidad Museo del Ejército), fueron tomadas las azules, blancas y rojas en la costa y las solamente azules y blancas de los barcos con los cuales se mantenían las cadenas a todo lo ancho del río Paraná, para impedir el paso de la escuadra anglofrancesa. Por otra parte así lo estableció el parte de batalla de los vencedores que ratificaron el hecho, al decir que dichas banderas estaban “…varios pabellones argentinos tomados sobre las baterías y en los navíos que formaban la estacada”, es decir, los barcos unidos por las grandes cadenas que se utilizaron en ese evento.

Otro detalle de estas banderas no tenían las leyendas federales y algunas de ellas tampoco los cuatro gorros frigios en los cuatro ángulos de las enseñas. De esas cinco banderas, exhibidas y muy mal conservadas durante muchos años, la detallada anteriormente fue devuelta en marzo de 1997 y está depositada en el Museo Histórico Nacional, y dos aparentemente fueron perdidas durante la ocupación de París durante la segunda guerra mundial a manos de dos soldados alemanes que custodiaban el lugar y que se las llevaron como souvenirs, cuyas identidades no fueron reveladas por las autoridades francesas y fueron dadas de baja en el inventario del Museo francés. Quedaron entonces dos banderas de las cuales una se destruyó por el paso del tiempo y falta de mantenimiento y otra bandera argentina sin sol ni gorros frigios en los ángulos ni leyendas, esta actualmente colgada de la nave central de la capilla de St. Louis”.
El peso simbólico de esa bandera sobreviviente tomada por el capitán de navío Francois Thomas Trébouart, el 20 de noviembre de 1845, nos invita a reflexionar en dos sentidos:
Siempre en los peores tiempos circunstancias y adversidades hay Argentinos dispuestos a sacrificar su vida por su pais, unica forma de obtener respeto de aquellos de quienes se pretende liberar o asociar en el concierto de las naciones.
Tambien la unica forma como Nación en respetarse a sí misma porque los hechos derrumban todas las palabras.
Han pasado casi 180 años desde esa batalla y nadie reclama la devolucion de la Bandera.
Para algunos mejor olvidar.
Para nosotros siempre mejor recordar lo que expreso nuestro héroe maximo de la Independencia, General José de San Martín, respecto de este extraordinario hecho de armas que motivo en su testamento el legarle su sable a Juan Manuel de Rosas:
«Habrán visto que los argentinos no son empanadas que se comen sin más trabajo que abrir la boca. A un tal proceder no nos queda otro partido que el de mirar el porvenir y cumplir con el deber de hombres libres».
Omar Eduardo Penna
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